sábado, 3 de agosto de 2019

De Audur Ava Ólafsdóttir

     "Al salir, cuando Bingo se dispone a abrir de nuevo la puerta corredera, me fijo en un tocadiscos escondido bajo una mesa, junto a la entrada. A primera vista, parece encontrarse en buen estado. Abro la cubierta protectora y observo el cabezal. A pesar de cinco años de guerra, ataques aéreos, asfalto fundido y carne hecha pedazos, la aguja se observa de una pieza. Busco a mi alrededor y no muy lejos hallo una caja que contiene una voluminosa colección de vinilos. Echo un vistazo rápido a los discos y encuentro, entre todo un abanico de géneros, algunas rarezas de María Callas y Jussi Björling. También está la Danza macabra de Franz Liszt, la Rapsodia sobre un tema de Paganini de Rajmáninov y una recopilación de Bowie que incluye Liza Jane, Can't Help Thinking About Me y Never Let Me Down. Saco un disco de la funda y compruebo que no está rayado.
     Le doy a entender a mi acompañante que me quiero llevar el tocadiscos al hotel y que va a tener que cargar con la colección de vinilos."


                                                                                        Hotel Silencio, Audur Ava Ólafsdóttir






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