lunes, 31 de mayo de 2010

¡Oh, Fortuna! de Carmina Burana, Carl Orff

¡Oh, Fortuna! pertenece a la obra Carmina Burana de Carl Orff  (1895- 1982):  Orff escribió la música para 25 poemas, pertenecientes a los siglos XIII y XIV, que se habían encontrado en el monasterio alemán de Beuran, al sur de Munich. ¡Oh, Fortuna!, que es el más conocido, es el primero de ellos.
Carl Orff compuso la música, de inspiración medieval, con amplia cantidad de recursos: gran orquesta y coro,  con melodías que contienen fuertes cambios de intensidad, impetuosos contrastes tímbricos -vocales e instrumentales-, y un uso destacado de instrumentos de percusión. La obra fue estrenada en 1937, en Frankfurt.
    Carmina Burana significa literalmente "Cánticos de Beuran" (Carmina en latín significa "cánticos"). Los temas de los poemas son cantos al amor,  a la naturaleza, al destino (como en el caso de ¡Oh, Fortuna!), a la bebida; contiene, también, danzas de los goliardos y cantos sacros. Todos ellos escritos en latín medieval mezclado con alemán  antiguo y francés. Se dice que en la Edad Media eran cantados por los goliardos (monjes y estudiantes errantes) de aldea en aldea.
Este tema musical ha sido utilizado como banda sonora de películas, anuncios de televisión, y  para propiciar la atmósfera de la batalla de la Recreación Histórica del 2 de mayo en Algodonales (Cádiz).

     La obra fue encargada por un acaudalado cliente, tal vez fuera un abad o un obispo. El manuscrito fue confiscado y llevado a Munich, donde es conocido como Codex latinus 46660 en la Biblioteca Pública Bávara. En 1847 el bibliotecario J.A. Schmeller publicó los poemas con el nombre de Carmina Burana.
Se han perdido muchas páginas, pero aún quedan más de 200 poemas sobre juego y bebida, parodias, blasfemias, y poemas satírico-morales. Están divididos en 35 canciones vagabundas y 131 canciones de amor.
    En cuanto a la notación, unas piezas aparecen con neumas adiastemáticos -notación neumática primitiva-, otras con espacios para escribir después de la notación musical, y otras con notación bien legible. Muchas transcripciones has sido posibles por encontrar los mismos cantos en otros manuscritos en mejor estado, con notación legible. Es curioso observar que los poemas de los Carmina Burana encontrados en otros lugares con notación legible se encuentran en manuscritos de música religiosa...

                       

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