Papel pautado a la carta

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"Salta" en "El otro lado de la cama"

"El otro lado de la cama" (2002) es una comedia musical española del director Emilio Martínez Lázaro, con el premio del público a la mejor película en el Festival de Cine de Málaga de 2002 y un goya al mejor sonido en 2003. 
La música de esta película está integrada en la narración, es decir, los personajes cantan y bailan "contándonos" sus emociones y sentimientos. Pero además, los actores no son cantantes "de verdad" así que esto confiere espontaneidad y desenfado a las canciones.
La coreografía está diseñada por el premio nacional de danza Pedro Berdayës.
Los  temas musicales son versiones de éxitos de autores como Kiko Veneno, Tequila, Los Rodríguez, Coque Malla o Mastretta, bajo la mirada musical de Roque Baños López , que también compone la música incidental (Roque Baños es director, intérprete y compositor de la música de películas como: "Carreteras Secundarias", "Las trece rosas", "Los crímenes de Oxford", "La comunidad", "800 balas", "Alatriste", "Celda 211", "Balada triste de trompeta", "La flaqueza del bolchevique", "Torrente 4" y otras. Es también ganador de un goya por la música de "Los crímenes de Oxford").

El tema "Salta" fue un éxito del grupo de Rock argentino-español Tequila en 1981:

Guillermo Toledo, en el papel de Pedro, hace esta simpática interpretación de "Salta" en "El otro lado de la cama" casi veinte años después:

Descubriendo el Flamenco

Zoraida Pérez ha creado una webquest (es como un "manual" de investigación individual) sobre el flamenco que es estupenda, bien estructurada y accesible.  Puedes realizar la visita pinchando en la imagen-enlace ¡gracias, Zoraida! 

El origen de la música en Esparta

En el s. VII antes de nuestra era, Esparta constituía el núcleo musical de Grecia. La música y la gimnasia eran el eje sobre el que se montaba el sistema educativo.
Dicen los teóricos que pudo ser Terprando (s. VII a.n.e.) quien introdujera la música en la enseñanza de Esparta, así como quien  perfeccionó la Lira al aumentarle el número de cuerdas de 4 a 7. La música transitó del entorno pentatónico al diatónico... y surgieron nuevos sonidos por lo que Terprando fue acusado ante el Senado: había osado dejar paso a nuevos efectos, nuevas melodías. De hecho, Seudo-Plutarco (s.III a.n.e) le atribuye la invención de los nomoi -  νόμοι -. 

Nomoi - νόμοι - significaba "leyes", y en música referían a una serie de melodías establecidas para las distintas ocasiones, según los "efectos" que se quisieran provocar, es decir, se daba por supuesto que la música podía ejercer influencia en el ánimo del oyente, incitándolo a la lucha y preparándolo para la batalla, o sumiéndolo en un agradable ensueño pastoril. Quizás este era el temor de los que llevaron a Terprando ante el Senado, que la música pudiera ejercer tal influjo en los hombres que estos actuaran "hipnotizados" por melodías que hicieran de ellos marionetas al servicio de mentes manipuladoras.

Los cantos espartanos fueron reunidos por muchos músicos de toda Grecia destacando Alcmán (s. VII a.n.e), quien cita los νόμοι por primera vez en uno de sus escritos . Se conserva un libro de los seis que compuso, el Partenion, colección de partenia o danzas corales para ser ejecutadas por doncellas. Se jactaba, dice Fubini, de conocer los νόμοι de todos los pájaros....

"Las Siete Palabras" de Haydn, un encargo gaditano

Desde Cádiz, en 1786, José Saenz de Santamaría, un sacerdote originario de México y Marqués de Valde-Íñigo, le encargó a Haydn una composición que acompañara el sermón de las siete últimas palabras de Jesús en la cruz, que se rezaba el viernes santo (en realidad las siete palabras hacen referencia a las últimas siete frases).  Sáenz de Santamaría quería una obra musical como colofón al monumento que había llevado a cabo: el Oratorio de la Santa Cueva de Cádiz, un conjunto arquitectónico de dos capillas. Como vemos, por una parte, la fama de Haydn había llegado al extremo sur de Europa y, por otro lado, el gran compositor no sólo aceptaba los encargos de los Esterházy.

Las siete últimas palabras de nuestro salvador en la Cruz que compuso Haydn consta de una introducción, siete sonatas monotemáticas y lentas, y un último movimiento rápido: "Terremoto". Fue escrita para orquesta de cuerda, transcrita para piano (el original está en Cádiz), versionada para coro y orquesta, por Haydn pero también por otros compositores.


Introducción: Maestoso ed adagio
Sonata I: Largo. “Pater Dimitte Illis, Quia Nesciunt, Quid Faciunt!”
Sonata II: Grave e cantabile. “Hodie Mecum Eris Paradiso!”
Sonata III: Grave. “Mulier, Ecce filius Tuus!”
Sonata IV: Largo. “Deus Meus, Utquid Dereliquisti me?”
Sonata V: Adagio. “Sition!”
Sonata VI: Lento. “Consumatum Est!”
Sonata VII: Largo. “In Manus Tuas Domine, Commendo Spiritum Meum!”
Il Terremoto: Presto con tutta la forza.
  

Audición:  Las siete últimas palabras de Nuestro Salvador en la Cruz - 
1. Introducción. 

 

Tercer movimiento, Poco Allegretto, de la 3ª Sinfonía en Fa M, op. 90, de Brahms.

La sinfonía a la que pertenece este Poco Allegretto fue compuesta por Johannes Brahms (1833-1897) en Wiesbaden, Alemania, en 1883. Tiene forma tripartita y está en do m.

Hay tres acordes que se repiten a lo largo de la sinfonía siguiendo este parámetro: Fa-La bemol-Fa. En alemán estas notas se transcriben como F-A-F y corresponderían a las iniciales de Frei aber Froh, algo así como "libre pero feliz", frase que repetía el compositor para contestar a su amigo Joseph Joachim, violinista y compositor, que solía decir: Frei aber Einsam, "libre pero solo". Dicen que quien se dio cuenta de ello fue Clara Schumann al tocar el fragmento donde estaban tales acordes. Bramhs era amigo de los Schumann así que sería frecuente que compartieran partituras. El motivo Fa-La bemol-Fa está presente en toda la obra, aunque a veces no de forma abierta.
(El vídeo tiene imágenes pero puedes obviarlas para realizar la audición.)

Valeriano Bernal, la luthería en Algodonales

Cuando accedes a la entrada de la localidad ves un cartel con forma de guitarra y un dibujo de Algodonales, y es que el Luthier Valeriano Bernal nació aquí y es en Algodonales donde está su casa y su taller.

Valeriano  Bernal, cual gran aventurero, estuvo hasta en Noruega, donde se enroló en un petrolero dando la vuelta al mundo.

En 1962 se estableció en Bélgica y empezó a trabajar la madera. Seis años más tarde abre su propio taller cerca de Bruselas, y en 1970 otro taller en el mismo Bruselas. Grandes guitarristas pasan por allí y las guitarras de Valeriano empiezan a ser cotizadas.

En 1976 Valeriano Bernal regresa a su rincón de la sierra de Cádiz y se va a Jerez de la Frontera a promocionarse conociendo a todos los guitarristas flamencos de la época. Actualmente ha abierto una tienda en Jerez y otra en Madrid para facilitar la adquisición de sus guitarras, famosas entre los más grandes instrumentistas. Su hijo Rafael Bernal ha recogido el testigo del arte de la luthería.

En su página web puedes encontrar la historia del luthier, los modelos de guitarra que construye, cómo se fabrican sus piezas, un blog con novedades....Pincha en el logo para acceder.

Carlo Gesualdo (1560-1613), un músico asesino

Cotilleos macabros de palacio:

Carlo Gesualdo [-s. XVI-XVII- príncipe de Venosa (ciudad italiana)] era un músico que componía bellos madrigales, tocaba el laúd y ejercía de mecenas. En 1585 recibió el título de príncipe y tenía que casarse para dejar un heredero. Su prima hermana María de Ávalos de 21 años (que ya se había casado dos veces) se convirtió en su esposa.

Tras unos años descubrió que su esposa le era infiel y... la mató, a ella, al amante y a su pequeño hijo, por si no era su verdadero vástago ¡...!
Tras la tragedia se fue de viaje para olvidar... Terminó en la corte de Ferrara,  al norte de Italia, casándose con Eleonor d'Este. Se cuenta que esta vez el que era infiel era él.

Audición: Tristis est anima Mea.

De Gabriel García Márquez

" Y en música, ni hablar: me sacaste cruda de los acordeones vallenatos,  de los merengues de Santo Domingo, de las plenas de Puerto Rico que tronaban en las noches de la marisma, y me diste a probar el veneno de Bach, de Beethoven, de Brahms, de Bartok, y claro, de los Beatles, las cinco bes sin las cuales ya no pude seguir viviendo. Me hiciste entender lo que dijo Debussy, que lo más difícil de tocar el piano es hacer olvidar que tiene martillos. O lo que dijo Stravinski, que Vivaldi compuso el mismo concierto quinientas veces."

Diatriba de amor contra un hombre sentado, Gabriel García Márquez.